martes, 30 de junio de 2015


La Teoría de Sigmund Freud sobre la interpretación de los sueños.

Sigmund Freud fue sin duda uno de las personas más influyentes dentro del desarrollo del pensamiento durante el siglo XX. Su teoría que nuestras mentes guardan recuerdos y emociones en nuestro subconsciente transformó la forma en la que los humanos estudiaban la mente humana.
Freud decía que a lo largo de la historia, hubo tres grandes humillaciones. El descubrimiento de Galileo que no somos el centro del Universo; el descubrimiento de Darwin que no somos la corona de la creación; y su propio descubrimiento que no controlamos nuestra propia mente.
La tendencia de terapias que utilizan la existencia de dificultades en la infancia o emociones reprimidas para explicar problemas emocionales actuales empieza con Freud.
Uno de los descubrimientos más importantes de Freud es que las emociones enterradas en la superficie subconsciente suben a la superficie consciente durante los sueños, y que recordar fragmentos de los sueños pueden ayudar a destapar las emociones y los recuerdos enterrados.
  • Sigmund Freud
A lo largo de su obra más conocida, La Interpretación de los Sueños, Freud utiliza sus propios sueños como ejemplos para demostrar su teoría sobre la psicología de los sueños. Freud distingue entre el contenido del sueño "manifiesto" o el sueño experimentado al nivel de la superficie, y los "pensamientos de sueño latentes", no conscientes que se expresan a través del lenguaje especial de los sueños.
Freud mantiene que todos los sueños representan la realización de un deseo por parte del soñador, incluso los sueños tipo pesadilla. Hay sueños negativos de deseos, donde lo que aparece es el incumplimiento de un deseo. Para esto se dan varias explicaciones, entre las cuales está la satisfacción de una tendencia masoquista. No obstante sigue en pie la conclusión general de Freud: los sueños son realizaciones disfrazadas de deseos reprimidos. Según su teoría, la "censura" de los sueños producen una distorsión de su contenido. Así que lo que puede parecer ser un conjunto de imágenes soñados sin sentido puede, a través del análisis y del método "descifrador", ser demostrado ser un conjunto de ideas coherentes. Freud propone que al valor del análisis de los sueños se radica en la revelación de la actividad subconsciente de la mente.
La teoría de interpretación de los sueños de Freud representa las primeras teorías de este con relación a la naturaleza de la psicología de sueños inconscientes, la importancia de las experiencias de la infancia, el lenguaje "hieroglífico" de los sueños y el método que el llama "psicoanálisis"

El sueño no es meramente actividad somática: es un acabado fenómeno psíquico de realización de deseos, y por tanto debe ser incluido en el conjunto de los actos comprensibles (no incomprensibles) de nuestra vida despierta, constituyendo el resultado de una actividad intelectual altamente complicada.Freud considera que todo sueño es interpretable, es decir, puede encontrarse su sentido. La labor de interpretar no recae sobre todo el sueño en su conjunto sino sobre sus partes componentes basándose en una especie de libro de los sueños, donde cada cosa soñada significa tal otra cosa en forma rígida, sin considerar la peculiaridad de cada sujeto. Primero se descompone el relato en partes, y recién al final surge la interpretación final o global, en la cual se nos revela el sueño como una realización de deseos.
El deseo aparece disfrazado en el aspecto manifiesto del sueño, en lo efectivamente soñado, proceso denominado 'deformación onírica'. Freud se pregunta porqué tiene que haber una deformación, ya que podría haber ocurrido que el sueño expresara el deseo en forma directa, sin deformación. Esta deformación es intencional y se debe a la censura que el sujeto ejerce contra la libre expresión de deseos, por encontrarlos censurables por algún motivo.

Sigmund Freud

(Freiberg, 1856 - Londres, 1939) Neurólogo austriaco, fundador del psicoanálisis. El hombre que habría de revolucionar la psicología clínica y la psiquiatría, se inclinó relativamente tarde hacia el estudio de la Medicina. Se matriculó en la Facultad vienesa de esta ciencia (su familia se había trasladado a Viena en 1859) tras la lectura de las obras de Darwin y de un ensayo de Goethe.
Graduado en 1881, se interesó al principio por la fisiología del sistema nervioso y la anatomía cerebral. Obtenida en 1885 la habilitación para la enseñanza libre de la neuropatología, se dedicó, no obstante, muy pronto a la psiquiatría y marchó aquel mismo año a París para seguir los cursos de Charcot en la Salpétrière, estudiar sus teorías y familiarizarse con las técnicas hipnóticas empleadas por éste en el tratamiento del histerismo y de otros trastornos nerviosos.

Sigmund Freud
Vuelto a Viena (1886), contrajo matrimonio con Martha Bernays, y luego regresó, aun cuando por breve tiempo, a Francia, a fin de aprender en Nancy los métodos hipnosugestivos de cura de Bernheim. De nuevo en su patria, y no demasiado satisfecho (el hipnotismo terapéutico no resultaba fiel y la etiología del histerismo no quedaba explicada), se interesó por el sistema seguido antes por un colega mayor que él, Joseph Breuer, en la curación de una joven histérica mediante el empleo del hipnotismo, no ya para anular los síntomas, sino para superar las inhibiciones de la paciente y hacerle evocar detalles de su vida pasada en relación causal con tales síntomas, pero tenazmente olvidados (método "catártico").
Sigmund Freud trabajó en el mismo sentido y publicó en 1895, con Breuer, Estudios sobre la histeria (Studien über Hysterie). El sistema contenía en germen la terapéutica psicoanalítica y había aclarado la existencia de conflictos ideoafectivos inconscientes como premisas y causas de una condición neurótica; el traslado, en el síntoma, de energías psíquicas no liberadas y, finalmente, la posibilidad técnica de un retorno de la afectividad atascada a sus vías normales de flujo.
Se presentaban, no obstante, dos problemas: primeramente, la posibilidad de una técnica menos insegura que el hipnotismo para la debilitación de las inhibiciones y la evocación de los recuerdos; en segundo lugar, la naturaleza de las emociones y energías psicodinámicas en juego. A la primera cuestión respondió Freud con la sustitución de la hipnosis por la técnica del relajamiento y de las "asociaciones libres", según la cual el paciente es invitado a hablar con absoluta libertad de cuanto llega a su mente y a vincular una idea con otra sin un orden establecido previamente; solucionó la segunda admitiendo en buena parte la naturaleza sexual de las emociones relacionadas con las situaciones olvidadas.
Llegados a este punto (1896-97), Breuer y Freud acabaron por separarse. Había nacido el psicoanálisis freudiano, entendido como técnica de exploración del subconsciente, psicoterapia y teoría psicológica general. Freud descubrió sucesivamente que los contenidos alejados de la conciencia ("removidos") podían expresarse no sólo en los síntomas neuróticos, sino asimismo en otros aspectos no meramente patológicos, y sobre todo en los sueños (a cuya interpretación dedicó una obra fundamental, La interpretación de los sueños, 1900) y en muchos actos insignificantes de la existencia corriente (Psicopatología de la vida cotidiana, 1904).


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